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Una alimentación alta en fibra es importante cuando vives con enfermedad renal en estadios tempranos o si ya recibes diálisis.

En este artículo, conocerás los beneficios de la fibra, cuánta fibra debes comer diariamente y seis estrategias para aumentar gradualmente tu consumo de fibra.

Históricamente las personas con enfermedad renal han llevado dietas bajas en fibra por no comer suficientes frutas, vegetales, cereales integrales, habichuelas, nueces y semillas. Estos alimentos se solían limitar por su contenido de potasio o fósforo. Sin embargo, hoy sabemos que estos alimentos se deben incluir como parte de una dieta renal saludable.

Beneficios de la fibra

La fibra es una sustancia que se encuentra solamente en alimentos de origen vegetal. Nuestro cuerpo no digiere ni absorbe la fibra. Sin embargo, tiene una serie de beneficios importantes a nuestra salud. Algunos beneficios para la población en general son:

  • Mejora presión arterial.
  • Mantiene el microbiota intestinal balanceado y saludable.
  • Mejora el transito gastrointestinal. Previene o alivia el estreñimiento.
  • Disminuye el apetito y aumenta sensación de llenura. Ayuda en la pérdida de peso o mantenimiento de peso.
  • Disminuye el pico de glucosa (o azúcar) en sangre después de comer; importante para personas que también viven con diabetes.
  • Reduce el nivel de colesterol en sangre.
  • Previene el cáncer de colon.

Fibra y Salud de los Riñones

En personas que viven con enfermedad renal, existen beneficios adicionales.

1. Mejora creatinina y urea

La fibra ayuda a disminuir la creatinina y la urea en sangre. Cuando los riñones no están funcionando bien, se acumula en el cuerpo la creatinina y la urea.

La creatinina se utiliza para estimar la función de los riñones. A medida que va subiendo, la función de los riñones va disminuyendo.

En personas que reciben diálisis, la urea se mide antes y después de diálisis para determinar la efectividad del tratamiento de diálisis. Si el tratamiento no es suficiente, se puede aumentar el tiempo de tratamiento.

2. Mayor sobrevivencia

Las personas con enfermedad renal que comen más fibra tienen una mayor sobrevivencia. Este efecto no se ha visto en la población general.

En estadios 3 al 5 de la enfermedad renal, cada aumento de 10 gramos de fibra al día resultó en el 19% reducción en mortalidad. Este beneficio también se ha visto en persona que ya reciben diálisis.

En personas que reciben hemodiálisis, las personas que comen más fibra tuvieron un menor riego de muerte cardiovascular. En personas que reciben diálisis peritoneal, las personas que comen más fibra tuvieron 13% menos muertes por cualquier causa.

Incluso se ha visto beneficio en personas trasplantadas. Aquellos que tenían una ingesta mayor de fibra tuvieron una menor incidencia de síndrome metabólico durante el primer año post-trasplante.

Es decir, las persona post-trasplante tuvieron menor presencia de obesidad abdominal, niveles altos de triglicéridos, niveles bajos de colesterol HDL, presión arterial alta y nivel de glucosa (o azúcar) en sangre.

3. Menos toxinas urémicas, inflamación y estrés oxidativo

La fibra también ayuda a disminuir toxinas urémicas, inflamación y estrés oxidativos en personas que viven con enfermedad renal. Una alimentación alta en fibra y baja en proteína se ha relacionado con menores niveles de toxinas urémicas: p-cresyl sulfato, indoxyl sulfato y oxido de trimetilamina (TMAO, por sus siglas en inglés).

Estas toxinas urémicas se acumulan en el cuerpo cuando los riñones no funcionan adecuadamente. Esta acumulación de toxinas puede ocasionar fatiga, anorexia (o falta de apetito), nauseas, picor, miopatía (o problemas muscularres), neuropatía entre otros.

Niveles bajos de toxinas urémicas se ha asociado con una menor incidencia de eventos cardiovasculares. La diálisis puede remover TMAO, pero no remueve p-cresyl sulfato ni indoxyl sulfato.

Las bacterias buenas en el intestino se alimentan de la fibra para producir acido grasos de cadenas cortas. Esto ayuda a mantener la integridad de las paredes gastrointestinales que a su vez ayuda a disminuir la inflamación y el estrés oxidativo.

La inflamación y el estrés oxidativo se ha asociado con la progresión de la enfermedad renal en estadios tempranos.

4. Aumenta la excreción de potasio

Por último, la fibra puede ayudar a manejar el potasio en personas con enfermedad renal. Los riñones se encargan de eliminar el potasio a través de la orina. Sin embargo, se ha encontrado que las personas con enfermedad renal excretan más potasio a través de las heces fecales.

Por esto, es importante evitar el estreñimiento. El estreñimiento es prevalente en la población renal. Cuando una persona tiene estreñimiento, los intestinos tienen más tiempo para reabsorber el potasio.

Si necesitas una restricción de potasio, no elimines alimentos nutritivos con buena fuente de fibra. Aprende más leyendo 25 productos con más potasio que un guineo.

¿Cuánta fibra debo comer?

Ahora que conoces los beneficios que pueden tener la fibra en tu salud, asegura que estés comiendo suficiente fibra. Se estima que el norteamericano solo como 16 gramos de fibra al día.

No existe una recomendación diaria de fibra específico para personas que viven con enfermedad renal. Si estás en estadios tempranos de la enfermedad renal, déjate llevar por las recomendaciones que se ofrecen a la población en general.

  Fibra diaria (gramos al día)
Mujeres19-50 años25
 50+ años21
Hombres19-50 años38
 50+ años30

A medida que vayas comiendo más fibra es importante que consumas suficiente agua. La mayoría de las personas deben tomar entre 64 a 96 onzas de agua al día. El aumentar el consumo de fibra sin tomar suficiente agua puede ocasionar estreñimiento.

Las personas que reciben diálisis y no orinan necesitan una restricción de líquido (usualmente 28-32 onzas de líquido al día). Por esta razón, es prudente limitar el consumo de fibra a 20-25 gramos diarios.

Aumenta tu consumo de fibra

Comienza desde hoy a incorporar gradualmente alimentos altos en fibra en tu alimentación. Aquí algunas estrategias para incorporar más fibra a tu alimentación:

1. Comienza tu día con un cereal integral

Escoge avena o pan integral en el desayuno.

Media (1/2) taza de avena cruda aporta 4 gramos de fibra. Prepara la avena con un sustituto de leche sin azúcar añadida ni aditivos de fósforo como leche de almendra, arroz o avena.

Busca un pan integral con 2-3 gramos de fibra, menos de 140 mg de sodio y sin aditivos de fósforo. Aquí tienes algunas marcas de pan integral.

2. Come más frutas y vegetales

Añade una fruta y un vegetal (o verdura) a cada comida. Inclúyelas también en las meriendas si te da hambre entre comidas.

Las frutas y vegetales frescos y congelados son buenas alternativas. Si compras frutas enlatadas, prefiere alternativas sin azúcar añadida. Si compras vegetales enlatados, prefiere alternativas con 140 mg o menos de sodio por porción.

Alternativas más altas en fibra y menos potasio

AlimentoPorciónFibra (g)Potasio (mg)
Pera con cáscara1 pequeña4.7172
Frambuesas½ taza493
Moras negras½ taza3.8117
Manzana con cáscara1 pequeña3.6159
Habichuelas tiernas½ taza2107
Quimbombó½ taza2108
Repollo crudo1 taza2151
Cerezas1/2 taza1.6171
Fresas, en mitades1/2 taza1.5116
Zanahoria rallada1/2 taza1.5176
Mandarina1 pequeña1.4126
Coliflor cocido1/2 taza1.488
Berenjena cocida1/2 taza1.261

3. Incluye habichuelas o frijoles diariamente

Las habichuelas o frijoles las contamos como fuente de proteína y carbohidrato en la dieta renal. Son fuente de proteína vegetal.

Si estás en estadios tempranos de la enfermedad renal, cambiar la proteína animal por proteína vegetal te ayuda a disminuir el consumo de proteína en el día y aumentar el consumo de fibra. Por ejemplo, 3 onzas de pollo cocido aporta 26 gramos de proteína vs 1/2 taza de garbanzos que aporta 6 gramos de proteína.

Si ya recibes diálisis, las habichuelas o frijoles te pueden ayudar a aumentar tu consumo de proteína diaria.

Cuando necesitas una restricción de potasio prefiere los garbanzos bajos en sodio (1/2 taza aporta 5 gramos de fibra) y los guisantes verdes bajos en sodio (1/2 taza aporta 4 gramos de fibra).

Si no necesitas una restricción de potasio, escoge cualquier otra habichuela o frijol que te guste como lentejas, gandules, negras, rojas, rosadas, blancas, edamame entre otras.

4. Incorpora nueces y semillas a tu alimentación

Las nueces y semillas son fuente de grasas saludable, fibra y proteína vegetal. Prefiere las alternativas sin sal añadida.

Alternativas más altas en fibra y menos potasio

AlimentoPorciónFibra (g)Potasio (mg)Proteína (g)
Semillas de chia¼ taza13.81637
Semillas de chia1 cucharada3.4411.7
Almendras¼ taza42086
Pecanas¼ taza31163
Avellanas¼ taza31934

Nuevamente, si no necesitas una restricción de potasio disfruta de todas las nueces y semillas que te gusten como pistachos, maní, nuez inglesa, semillas de calabaza, semillas de lino entre otras.

5. Prefiere cereales y farináceos integrales

Cambia los cereales refinados como arroz y pasta por sus versiones integrales. La pasta integral aporta más fibra y se cocina en menor tiempo que el arroz integral.

Intenta otros alternativas integrales como el bulgur (2/3 taza cocido aporta 5 gramos de fibra), el farro (2/3 taza cocido aporta 4 gramos de fibra) y el mijo (2/3 taza cocido aporta 3 gramos de fibra).

Las palomitas de maíz también son buena fuente de fibra. Tres (3) tazas aportan 3.5 gramos de fibra. Para que sea bajo en sodio, compra los granos de maíz sin sal ni aceite y prepáralos en tu hogar en una olla con tapa y un poco de aceite vegetal.

Si no necesitas una restricción de potasio puedes incluir la quinoa (2/3 taza cocido aporta 3 gramos de fibra) y la papa con cáscara (1 mediana aporta 4 gramos de fibra).

¡No te preocupes por el contenido de fósforo de los cereales y farináceos integrales! El fósforo de las plantas se absorbe en menor proporción.

6. Lee la etiqueta nutricional

No te dejes llevar por palabras al frente del empaque como “integral” o “multigrano” ni por el color marrón del producto. Busca la cantidad de fibra en la tabla nutricional. Buena fuente de fibra significa 3 a 4 gramos de fibra por porción. Alto en fibra significa 5 gramos o más de fibra por porción.

En resumen, una alimentación alta en fibra es importante cuando vives con enfermedad renal. No te enfoques solo en sodio, proteína, fósforo y potasio. Asegura que tu alimentación sea de buena calidad y apoye tu bienestar. Si no quieres perderte de más artículos como estos, regístrate a nuestro boletín mensual.